Hace días os hablaba de
un regalo que me hizo Candelas y que es protagonista de este post.
Ella que cose y cose como una hormiguita, tenía hechos un montón de bloques de
log cabin para hacer una futura colcha.
El finde me dijo que entre sus planes no estaba terminarla, y que me dejaba tal legado con la única condición de que la acabase... el caso es que a una menda -a la que nunca le ha gustado mucho el
log cabin (creo que debido a mi torpeza con las simetrías, por eso de que con esta técnica se cose "al revés"), acepté el encargo... jejej sobre todo porque mis grandes obras empezaron así :P
La verdad es que hasta ese día había hecho cuatro bloques de log cabin, los cuatro exactos de mi
primera bolsa con
Lola, pero como me dieron tanto la lata era poco grato el recuerdo que tenía de ellos.
Y como todo en la vida es un reto, después de ver todo el trabajo que había invertido en esos bloques, finalmente dije sí.
La pacienzuda de Candelas refrescó -yo diría que casi la pobre tuvo que rehacerlos- mis conocimientos de
log cabin. E hice este, eso sí, con sus enseñanzas en directo...
Me vine pues para casa con tan noble encargo y hoy, por fin, he hecho el primer
log cabin de mi nueva etapa, yo solita, y confieso que me ha gustado al menos más de lo que antes recordaba que me gustara, aquí está :)
Es obvio que con el tamaño de colcha que me quedará la cosa irá lenta e iré haciendo cuadro a cuadro toda una eternidad... Cande ya me ha dado posible diseño y yo he sacado unas fotos de aquí y de allá en su casa ...
Así que ármense de paciencia y vayan viendo los bloquecillos que iré colgando...
log cabin allá voy...