Además de aficionada a costuras varias, soy una incansable devoradora de libros. Una día merodeando por un blog de costura me encontré este del que voy a hablar hoy
La listas de mis deseos (bueno , más bien en este caso le voy a hacer un traje de auténtica costurera :P), el caso es que por el argumento me hizo gracia, ya que habla de una mujer aficionada a la costura, bloguera y que tiene una mercería, muy en la onda de HAGO COSAS.
Me lo regalaron por mi cumpleaños y aproveché los días de vacaciones para leerlo, es cortito y de poca complejidad de lectura. Desde aquí escribo (usando por supuesto mi punto de vista personal) para decirle a este señor autor, Gregorie Delacourt, publicista de profesión, que debería dedicarse solo y exclusivamente a la publicidad si no es capaz de concebir a una mujer de siglo XX con la cabeza bien amueblada, flaco favor nos hace a las mujeres un personaje con afirmaciones tremendamente machistas y llenas de manidas referencia a una mujer que debe ser desterrada de las mentes de todas nosotras, que sí cosemos pero no tenemos por qué estar subyugadas al machismos más recalcitrante. De la boca de este escritor salen perlitas comos estas para su personaje:
"He pensado que si el hombre más guapo del mundo, el más atento, el más "todo", apareciera aquí y ahora, no me levantaría, no me iría con él, no le sonreiría siquiera.
Me quedaría aquí porque Jo me necesita y una mujer necesita que la necesiten"
"Y el amor es lo único que existe para acabar con el aburrimiento. El amor con mayúsculas, el sueño de todas nosotras".
"Rezaba para que me irradiara su calor, para que las tinieblas no me llevaran. Pero las mujeres siempre están solas ante el mal causado por los hombres"
En una lista de deseos de la protagonista:
(...) Renovar mi vestuario (¡¡¡Ahora gasto la 38!!! ¡¡¡Algunos hombres me sonríen por la calle!!!)
Y no sigo porque me enveneno, lo dicho Señor Delacourt, háganos un favor a las mujeres y no vuelva a coger un boli, al menos para decir chorradas de la época prefranquista sobre nosotras, que nos guste coser no quiere decir que seamos ASÍ DE VACÍAS Y BANALES.