El caso es que al ver las telas colocadas en el armario parece que todo es perfecto, cosa que a lo largo del año ha quedado poco demostrado, ya que cada vez que iba a coger una tela para hacer una labor, o cuando la devolvía a su sitio, acababa cayendo todo, ya que en algunos casos los trozos de tela son pequeños y resulta más difícil colocarlos. Todo esto sin pensar que claro, cada año hay más y con todos los lotes que van llegando, la cosa se complica mucho.
Finalmente esta vez he optado por el medio "cestas de colores" (cómo no!), de esta manera el asunto queda colocadito y cuando quiera hacer comprobaciones de telas cogeré las cestas correspondientes y las llevaré a donde sea ;)
A ver si esta vez he acertado con el método y resolvemos este problema del orden y el uso práctico de telas.
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